“Cleopatra, el Titanic y una abogada dominicana que no se rinde”

POSDATA Press  | Argentina

Desde hace años sigo con fascinación la travesía de Kathleen Martínez, esa abogada dominicana que decidió convertir un caso histórico en expediente forense. Su obsesión no fue un crimen moderno, sino la desaparición de Cleopatra, la última reina de Egipto.

Martínez comenzó como jurista, pero la pregunta sobre dónde descansaba Cleopatra la llevó a cambiar de rumbo. Con la mirada de investigadora forense, trató el misterio como si fuera un caso de desaparición: pistas antiguas, testimonios contradictorios, escenarios posibles. Así llegó a Taposiris Magna, un templo dedicado a Osiris, donde desde 2005 excava con paciencia y convicción.

Los hallazgos han sido cada vez más sugestivos: túneles ocultos, bustos, monedas con el rostro de Cleopatra, catacumbas que parecen guardar secretos de la dinastía ptolemaica. Y como si la historia necesitara un giro cinematográfico, en la parte submarina de la expedición se sumó Robert Ballard, el mismo que encontró los restos del Titanic. La búsqueda de una reina desaparecida se cruzó con la memoria de un barco hundido: dos enigmas que comparten la obstinación de quienes no se resignan al olvido.

Hoy, Kathleen Martínez celebra la renovación de su permiso de excavación en Egipto. Su proyecto, que comenzó como un sueño improbable, se ha convertido en una de las expediciones arqueológicas más esperadas del mundo. Y yo no puedo evitar leerlo como un relato de legitimación: una mujer que, desde la abogacía, decidió darle voz a otra mujer silenciada por siglos.

La expedición de Kathleen Martínez acaba de sumar un hallazgo que parece sacado de un relato detectivesco: dos momias encontradas en sarcófagos de piedra dentro del templo de Taposiris Magna. Aunque sus cuerpos están deteriorados, conservan placas de oro sobre partes del cuerpo, señal de que pertenecieron a personajes de alto rango. Este hallazgo no es un detalle menor: confirma que el templo funcionaba como espacio funerario de élites cercanas al círculo real. Y si allí reposaron figuras de poder, la hipótesis de que Cleopatra eligiera ese mismo lugar para su tumba gana fuerza y emoción.

“Martínez comparte avances y hallazgos en su cuenta de Instagram @dr.kathleenmartinez, aunque su perfil puede aparecer restringido o privado según la configuración del momento.”

Fuente: Este artículo se nutre del trabajo editorial de Posdata Press, que acompaña y documenta cada hallazgo con mirada crítica y memoria reparadora. La construcción narrativa con  voz humana  se enriqueció con la colaboración de nuestra  asistente de investigación de AI, que aportó búsquedas actualizadas, contexto histórico y conexiones simbólicas para hilvanar la crónica.