

POSDATA Digital Press | Argentina
Por Luis García Orihuela | Escritor| Poeta| Dibujantes| Columnista internacional
También hay tardes malas
sin importar el que sea un martes.
Por alguna razón
que se me asemeja extraña
si el día empieza mal
ya nada irá bien
sin importar lo que haga
o la atención que le pongamos,
si algo se puede caer
se caerá,
si algo se puede romper
lo hará.
Es inevitable.
Salí a la calle a tomar un café
y una copa al bar de siempre,
al de la esquina.—el más cercano—
Al llegar, la terraza la habían desmontado.
y guardado en el interior del local,
Dentro andaban atareados
apilando las mesas y las sillas
de madera de estilo castellano.
Ni que decir tiene
que son los lunes
cuando cierran
y hoy era martes.
No importa. No pasa nada.
Mañana será otro día.
Te puede interesar:

El mapa que me lleva hasta ti me cuesta 5000 euros

Finales de un mes agitado: una vuelta por el mes de agosto

La masa no piensa: saturación de noticias, fútbol, violencia y el síntoma social
“¿Te pasa que ves el noticiero y sentís que te están vomitando la misma noticia una y otra vez?

Cuando la silla gira y las puertas se cierran
