
POSDATA Press | Argentina
Cada 17 de agosto, el mármol se vuelve palabra. El bronce se vuelve pregunta. ¿Quién fue San Martín más allá del Libertador? ¿Qué quedó de él en los cuerpos, en las cartas, en los objetos que aún nos miran desde vitrinas silenciosas? Este artículo no busca repetir lo sabido, sino abrir una ventana a lo que se calla: su descendencia, sus gestos íntimos, sus reliquias que aún susurran. Porque la historia también se escribe con lo que no se cuenta.
San Martín: la descendencia invisible, las cartas que aún hablan, y el legado que nos convoca
¿Tuvo descendientes San Martín?
Su única hija reconocida fue Mercedes Tomasa San Martín y Escalada, madre de Josefa Dominga y María Mercedes Balcarce. Ambas murieron sin dejar descendencia directa. Sin embargo, hay ramas menos conocidas: hijos no reconocidos en Perú y Ecuador, y una línea genealógica que conecta con Catalina de San Martín Escudero, pariente del prócer, cuyo descendiente español, Fernando Castrillo Fernández, descubrió recientemente su vínculo familiar.
Las cartas que aún hablan
Cinco cartas inéditas, halladas en Escocia, revelan un San Martín íntimo y diplomático. En una de ellas, escribe al Conde de Fife:
“Hace un siglo que he escrito a V., pero como nuestra amistad no se demuestra por un protocolo de cartas…”
Ese tono revela un hombre que, lejos del campo de batalla, seguía tejiendo vínculos por la libertad.
Reliquias que aún nos miran
La nieta Josefa Dominga Balcarce, sin hijos, fue quien donó al Museo Histórico Nacional objetos personales de su abuelo. Entre ellos, el croquis de su dormitorio en Boulogne-sur-Mer.
El famoso sable corvo, legado a Rosas, fue donado por Manuelita Rosas y su esposo en 1897. Hoy se exhibe como símbolo de lucha y gratitud.
Fuente:Posdata Press



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