La poesía de lo cotidiano

El arte de agradecer lo pequeño para revelar lo inmenso

Literatura09/10/2025 Lucy Angélica García Chica
  

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POSDATA Press | Argentina


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Por  Lucy Angélica García Chica,  docente, poetisa y columnista internacional


"Lo mismo que el amanecer abre las flores con su ternura, así también la vida despierta con el gesto de lo sencillo"
— Rabindranath Tagore.
(1861–1941)


Hay una belleza escondida en lo sencillo, una poesía que no se escribe con tinta, sino con instantes. Cada día, la vida nos regala escenas mínimas que podrían pasar inadvertidas:

El café que humea en la mesa antes de que despierte la ciudad.
El saludo amable del vecino que cruza la calle.
La música que flota desde una ventana abierta y se mezcla con el murmullo urbano.
Son gestos comunes, sí, pero en ellos palpita una fuerza extraordinaria. Lo cotidiano, cuando se mira con ojos atentos, revela lo sagrado de lo humano.

 
Lo cotidiano como ritual latinoamericano
En nuestra cultura latinoamericana, esta mirada se intensifica. Somos pueblos que hemos aprendido a cantar las penas y celebrar las alegrías en medio de la vida diaria:

El ritual del mate compartido en Argentina.
El café colombiano que reúne a la familia en torno a la conversación.
Las serenatas mexicanas que irrumpen en la madrugada.
Las arepas que acompañan la mesa venezolana.
Y el café ecuatoriano: fuerte, aromático, compartido en familia o en soledad.
Un sorbo que despierta los sentidos y nos recuerda que lo divino también habita en lo pequeño. Allí, en el pan recién horneado, en la brisa que cruza las montañas, y en los colores de un amanecer andino, descubrimos más que costumbres: hallamos identidad, memoria y trascendencia. Se revela el rostro cercano del Creador.

 
Camino de tierra con huellas que se desvanecen
En medio de estas jornadas sagradas, lo cotidiano se convierte en símbolo. La mano que saluda, la calle que se llena de aromas, la música que acompaña el mercado local… Todo se transforma en un puente entre lo simple y lo eterno.

La poesía de lo cotidiano nos recuerda que no necesitamos grandes escenarios para sentir lo sublime: basta con detenernos a respirar la vida tal como llega.

Tal vez el desafío sea justamente ese: aprender a habitar lo ordinario con un corazón agradecido, redescubriendo en cada instante la huella de lo sagrado.

 
Elul: retorno a lo esencial
En este tiempo en que el calendario lunar marca el mes hebreo de Elul, quizás la verdadera teshuvá —el retorno— no está solo en las grandes plegarias, sino también en aprender a ver lo extraordinario en lo ordinario.

Cada sorbo, cada respiración, cada instante de vida es una oportunidad para agradecer y reconciliar.

Este tiempo nos invita a ser como el café que nos despierta: cálidos, hondos, presentes, y a la vez humildes, sabiendo que lo mejor que podemos ofrecer al mundo es la fragancia de un corazón limpio.

 
Que este nuevo ciclo…
…sea como ese amanecer que nunca falta: un llamado a despertar, a amar con más verdad, y a vivir con la certeza de que el cielo y la tierra se encuentran en cada gesto sincero.


Breve biografía
Lucy Angélica García Chica es una buscadora del alma y de la palabra. Escribe poesía y prosa reflexiva inspirada en la espiritualidad, la belleza de lo cotidiano y la conexión profunda con lo divino. Su escritura es un puente entre lo íntimo y lo trascendente, con la intención de despertar sensibilidad y gratitud en cada lector.

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